Las baterías son un elemento básico de las maquinarias industriales y analizamos los pros y contras de las dos tipologías de batería más populares para carretillas industriales.
La maquinaria que se utiliza en el interior de una nave industrial no puede estar emitiendo gases de combustión mientras realiza su labor, por ello se necesita contar con baterías eléctricas. Las baterías almacenan la energía que utiliza la transpaleta o la carretilla elevadora y de esta forma son respetuosas con el entorno y el personal, en el desarrollo de su actividad dentro de la factoría.
A partir de este punto, en el que ya ha quedado claro la importancia de la batería para nuestras máquinas de uso interior, es el momento de elegir el tipo de batería que queremos equipar en nuestros equipos de trabajo.
Hay muchos tipos de baterías, pero las más habituales son las de plomo-ácido, que se han extendido por el sector industrial por su precio competitivo. Sin embargo, hay otra tecnología que ha entrando con fuerza en el sector de las carretillas y son las baterías de ion litio que, debido a sus eminentes cualidades, se están haciendo un hueco interesante en el mercado. Hoy en FSA os vamos a comparar ambos tipos de baterías, ponderando sus ventajas e inconvenientes con sumo detalle.
Desventajas de las baterías de ácido plomo
Comenzamos en primer lugar con las baterías de ácido plomo, que son las que más han penetrado en la industria española. Tienen, básicamente, cinco ventajas, aunque una de ellas no parece ser, en realidad, muy problemática.
En primer lugar, la desventaja realmente evidente es que el precio de las baterías del ácido plomo es mucho más competitivo, probablemente por su estandarización y las economías de escala. Sin embargo, se prevé que esto vaya cambiando porque la fabricación de baterías de ion litio está en aumento exponencial con el impulso de la tecnología eléctrica automotriz, tanto a nivel social como gubernamental.
La temperatura es el peor enemigo de las baterías de litio cuando están en funcionamiento y, en ocasiones, han llegado a incendiarse. Esto no ocurre con las baterías de ácido plomo. Las baterías de ion litio de Endurance tienen una mezcla de hierro fosfato que provoca una reducción al máximo las posibilidades de incendiarse.
No conviene, además, dejar las baterías de ion litio completamente descargadas ya que eso provocará daños irreversibles, y aunque esto también sucede con las baterías de ácido plomo, las de litio son mucho más sensibles a estos “parones” de larga duración.
Además, las baterías de litio incorporan mucha circuitería que puede llegar a dañarse con el paso del tiempo, con una mayor o menor frecuencia, según sean las condiciones ambientales a las que se exponga.
La última desventaja es, como decimos, relativa porque, aunque se dice que las baterías de ácido plomo son más livianas, se trata de número absolutos sin tener en cuenta la relación kW-gramo, en donde las baterías de ion litio salen mucho más beneficiadas de la comparativa. Sin embargo, esto provoca un inconveniente, y es que algunas máquinas están diseñadas para llevar un determinado peso en los componentes, incluidas las baterías de ácido plomo y, en esos casos, hay que instalar unos contrapesos, para garantizar su correcto funcionamiento.
Hasta aquí llegan los puntos en los que la batería de ácido plomo se muestra superior a su rival de ion litio. A continuación, llega el turno de enumerar las ventajas de la nueva tipología de baterías.
Las baterías de ion litio, una evolución
Comenzamos con la etapa de recarga, en las que las baterías de ion litio son más seguras, ya que evitan el sobrecalentamiento.
La vida útil es otro punto a favor de las baterías de ion litio ya que llegan incluso a cuatriplicar a sus rivales de ácido plomo. Es más que probable que a lo largo de la vida útil de una maquina industrial no tengamos que cambiar nunca de batería, en el caso de que la batería equipada sea de ion litio.
Mayor resistencia a bajas temperaturas. El frío provoca la descarga total de las baterías de ácido plomo. Las de ion litio son muchos más resistentes a las inclemencias climatológicas.
En caso de dejarlas inutilizadas un largo periodo de tiempo, las baterías de litio conservan mucho más tiempo la carga, aunque hay que recordar que no es nada aconsejable que pierdan la carga por completo. Siempre habrá que mantenerlas con algo de recarga en su interior.
Carga rápida: las baterías de litio se cargan en un tiempo notoriamente superior a las de ácido plomo. De hecho, las de ácido plomo rondan los intervalos de 7-9 horas de recarga mientras que, por otro lado, las baterías de ion litio se recargan en 60 minutos.
Por último, y en relación con el mantenimiento y la seguridad, las baterías de ion litio no necesitan ningún tipo de mantenimiento, son completamente estancas y, por lo tanto, no tienen peligro de fuga de líquidos corrosivos o gases irritantes y, por ende, los operarios que están en contacto con las baterías, no se exponen a quemaduras químicos o a vapores inflamables.
A modo de conclusión, y analizando los pros y contras, parece que es evidente que las baterías de ion litio son una evolución que incrementa el rendimiento por muchos y variados motivos: con unos ciclos de batería menos extensos, una vida más larga, menores riesgos químicos y mayor resistencia a los periodos de inactividad, siempre y cuando la batería de ion litio no pierda totalmente su carga.